Lo primero que debes hacer es prestar atención a las instrucciones específicas que te dé tu tatuador.
Después de que se haya completado el tatuaje, tu tatuador lo cubrirá con una película de plástico o vendaje adhesivo transparente. Esto ayuda a evitar infecciones y protege el tatuaje de la fricción y la suciedad durante las primeras horas o días.
Después de unas horas (generalmente entre 4 y 6), retire con cuidado el vendaje o la película de plástico. Lava el tatuaje con agua tibia y un jabón suave sin fragancia. Utilice las manos limpias para lavar suavemente y no utilice una esponja o toalla áspera. Sécalo con toques suaves utilizando una toalla limpia o una gasa estéril.
Aplica una fina capa de ungüento recomendada por tu tatuador o uno específico para el cuidado de los tatuajes. La pomada de vaselina o una pomada antibiótica pueden ser opciones adecuadas. No apliques demasiada pomada, solo lo suficiente para mantener el tatuaje ligeramente humectado.